LA ALIMENTACION
SALUDABLE Y EL DEPORTE
•No hay alimentos “buenos” o
“malos”
•Necesitamos “comer de todo”.
No hay ningún alimento completo, salvo la “leche materna” en los primeros meses
de vida!
Los alimentos que comemos habitualmente así como la
forma y cantidad en la que los tomamos determinan nuestra dieta.
La falta o exceso de
nutrientes, está relacionada con la aparición de distintas enfermedades
y problemas de salud (exceso de peso, enfermedades del sistema nervioso,
problemas de crecimiento, anemias, tensión alta, diabetes, enfermedades
cardiovasculares, problemas musculares, problemas de los huesos y
articulaciones, etc.), de ahí la importancia de que nuestra alimentación sea lo
más sana y equilibrada posible.
•Una alimentación sana y equilibrada, debe contener
todos los nutrientes en cantidad y calidad suficientes para cubrir las
exigencias y mantener el equilibrio del organismo, de acuerdo a nuestra edad y
circunstancia vital.
Frecuencia de consumo de los distintos alimentos.
•Está claro que no se debería tomar, bollos, dulces,
refrescos, “chucherías”, patatas fritas y similares. Contienen una alta
concentración energética (ácidos grasos saturados, azúcares y sal) y son poco
nutritivos.
•Varias veces a la semana, aunque no todos los días,
se pueden tomar, pescados blancos y azules, legumbres, huevos, carnes,
embutidos, frutos secos. También puedes combinarlos.
•Todos los días, come, frutas, verduras, hortalizas,
cereales, productos lácteos, o sus derivados pan y aceite de oliva. El arroz y
la pasta pueden alternarse.
Existen actualmente en el mercado una serie de
productos que sustituyen los lácteos, y al gluten estos sin duda son más sanos y nos ayudan a mejorar
nuestra salud, cada día podemos observar como aumenta el número de personas que
son intolerantes a estos alimentos.
•Las frutas, verduras y hortalizas, son ricas en
vitaminas, minerales y fibras. Se recomiendan 5 raciones al día, por ejemplo 3
piezas de fruta y dos raciones de verdura.
• Es muy importante desayunar, ya que así podremos afrontar con energía las tareas
diarias (trabajo, actividad escolar, trabajo o entrenamiento deportivo, ocio,
etc.), es necesario que empecemos el día desayunando. Se aconseja dedicar el
tiempo suficiente a esta comida.
•Bebe agua. Es la bebida que mejor calmará tu sed.
Deben beberse entre 1 y 2 litros diarios.
•No se debe abusar de la sal ni de los productos
salados. Habitualmente la tomamos en más cantidad de la recomendable (no más de
5 gramos al día). Puedes sustituirla por hierbas aromáticas, apio, vinagre o
especias.
•No abuses de la “comida rápida” y los alimentos
precocinados, son ricos en calorías, grasas, azúcar, sal, consúmelos con
moderación. < Una vez al año no hace daño>
ALIMENTACION SANA Y DEPORTE
Para alimentarse bien cuando se practica deporte no
es necesario hacer ecuaciones de tercer grado que incluyan calorías, gramos,
fibras y mil componentes… un poco de sentido común y algunas nociones básicas
de nutrición son suficientes.
Si bien es cierto que practicar deporte (algo
esencial para mantener la salud) requiere un aporte extra de nutrientes, como
veremos a continuación, lo cierto es que seguir una dieta equilibrada para
deportistas no es tan diferente de seguir una dieta simplemente equilibrada. Lo
verdaderamente importante es la cantidad y no en la calidad de los alimentos,
que debe ser la misma, tanto si hacemos deporte como si no.
Aun así, para poder suministrar a nuestro cuerpo los
nutrientes necesarios cuando hacemos deporte intenso, no es necesario andar
midiendo las calorías y haciendo ecuaciones
o cálculos experimentales. Nos parece infinitamente más inteligente
seguir unas pautas básicas muy sencillas de acuerdo con los fundamentos
primordiales de nuestro propio organismo. Para ello, es necesario tener algunas
nociones básicas de nutrición en el deporte y, lo que es más importante,
aprender a escuchar nuestro cuerpo.
Nutrientes y deporte
Con respecto a los macronutrientes esenciales que
necesitamos para vivir, estas son algunas particularidades que debemos tener en
cuenta cuando practicamos deporte:
-Proteínas: El deporte requiere un pequeño aumento
de proteínas en la dieta. Por un lado, para favorecer la biosíntesis
(producción de los tejidos propios, masa muscular, etc) y por otro para
compensar la pérdida de aminoácidos que se oxidan al hacer ejercicio. Sin
embargo, el aporte extra debe ser mínimo y siempre en relación al resto de
nutrientes.
-Hidratos de carbono: Lo que verdaderamente sí
necesitamos a la hora de practicar ejercicio es disponer de suficiente
combustible. Los hidratos de carbono suponen la fuente de energía más eficaz
para el organismo. Pero cuando hablamos de combustible eficiente nos estamos
refiriendo a hidratos de carbono complejos, es decir, de asimilación lenta,
como los cereales y las legumbres (al contrario de lo que ocurre con los
dulces, la fruta o muchos alimentos procesados). Nuestro organismo almacena
estos azúcares compuestos en forma de glucógeno (en los músculos y en el
hígado) y lo utiliza cuando lo necesita de manera equilibrada para regular la
glucemia en sangre sin disparar los niveles hacia arriba o hacia abajo.
Grasas: Las grasas o lípidos también son fuente de
energía, sin embargo el organismo las almacena ilimitadamente y suponen un tipo
de combustible menos eficiente que los hidratos de carbono. Las grasas más
saludables son las provenientes de alimentos ricos en ácidos grasos esenciales,
aunque estos son más sensibles a la oxidación.
Sabiduría del organismo
Nuestro organismo utiliza los nutrientes que obtiene
a partir de la dieta para construir sus propios tejidos. Para ello, primero
tiene que degradar los alimentos en moléculas sencillas y, con ellas, construir
los tejidos con nuestro ADN. Pero cada cuerpo es un mundo. El ritmo y la forma
en que cada persona tiene de metabolizar los alimentos es diferente. Por eso
resulta un poco banal y arrogantemente determinista tratar de medir con
exactitud las calorías y los gramos y añadir después a la ecuación las pesas,
el tiempo y el sudor para obtener un dato preciso y universal de cuántos
alimentos debemos consumir.
En primer lugar y como decíamos, cuando se trata de
nutrición deportiva, no se trata de calidad sino de cantidad. Es decir, la
calidad y la variedad de alimentos debe ser la misma tanto si hacemos deporte
como si no. Lo que sí debemos tener en cuenta es la cantidad de esos alimentos
y nutrientes. Sin embargo, existe una regla general muy sencilla que además, se
puede adaptar a cada persona y organismo:
-Los nutrientes: Tanto si hacemos deporte como si
no, el porcentaje de nutrientes debe ser el mismo: 10-15% de proteína, 55-65%
de carbohidratos complejos y 25-30% de grasas. Es decir, esta es la relación
entre los macronutrientes, sea cual sea la cantidad.
-La cantidad: Según nuestra experiencia u opinión,
con tanto dato y tanta información, al
final hemos acabado por dejar de oír los dictados de nuestro cuerpo. ¿Cuánto
debemos comer? Lo que el cuerpo nos diga (el cuerpo, no la mente ni la
ansiedad). Si comemos despacio, masticando bien y escuchando las señales de
saciedad, podremos determinar cuándo es el momento en que nuestro cuerpo se ha
nutrido sin atiborrarse. ¡Atrévete a ponerlo en práctica!
Dependiendo del gasto energético sentirás
rápidamente las cantidades que tu organismo demanda, y ese método puede que sea
el más fiable, más que todas las tablas del mundo sobre calorías y gramos.
Casi siempre solemos repetir con frecuencia, a
aquellos que han decidido trabajar junto a nosotros en su mejoramiento y acondicionamiento
físico, la manera más fiable de alimentarse y de llevar una vida sana es, en
primer lugar, informarse; tener conocimiento del por qué, para saber discernir
la información que tiene sentido de la que no.
Alimentos para deportistas
Teniendo en cuenta estas premisas, echemos un
vistazo a los alimentos que pueden proporcionarnos dichos nutrientes:
Proteínas. Para obtener todos los aminoácidos
esenciales, o bien los obtenemos de la proteína animal (mejor pescado que carne)
o bien combinamos cereal –legumbre-frutos secos-semillas.
Recuerda que la carne deja residuos que acidifican
el organismo y que conviene reducir su ingesta a dos veces por semana,
aproximadamente.
Hidratos de carbono complejos. La mejor fuente, los
cereales. De entre todos ellos, los que menos cambios genéticos han sufrido a
lo largo de la historia (y por lo tanto nuestras enzimas están mejor preparadas
para digerir) son el arroz integral, el sarraceno, la quínoa y el mijo. Evita
el maíz (es difícil encontrar maíz que no sea transgénico) y el trigo
(intolerancias, gluten, etc). Los más saludables no son los que vienen en forma
de oso dentro de una caja, sino los cereales en grano de toda la vida, los que
salen de la tierra y tienen la capacidad de generar vida.
Grasas. Aunque las grasas saturadas son necesarias,
conviene reducirlas y tomar mayor cantidad de ácidos grasos insaturados. El
aceite de oliva, las semillas y los frutos secos, así como los pescados azules
son una buena fuente de grasas saludables.
Vitaminas y minerales. Las verduras, vegetales y
algas son fuente imprescindible de vitaminas, minerales y oligoelementos
imprescindibles para hacer deporte. Algunos de los más necesarios para hacer
frente al esfuerzo físico son las vitaminas del grupo B (levadura de cerveza),
la vitamina C (bayas de acerola, escaramujo), magnesio (semillas de sésamo, de
girasol, almendras, nueces, levadura de cerveza), calcio (semillas de sésamo),
hierro (algas marinas y carne ecológica) y otros oligoelementos (algas marinas
y vegetales en general).
Antes, durante y después de hacer ejercicio
Agua. Las necesidades de agua en el organismo son
muy concretas. Con el ejercicio y el sudor, los depósitos de agua en el cuerpo
se reducen considerablemente. Recuerda reponerla a menudo. Además de beber
agua, una buena opción (incluso mejor) es tomar agua orgánica (agua presente en
frutas, verduras, etc) o consumir alimentos que retengan el agua como los
cereales o las legumbres.
Vigila la digestión. Procura hacer ejercicio siempre
con el estómago vacío, es decir, después de haber hecho la digestión (al menos
4 horas después de haber comido).
Proteínas. Elige proteínas fáciles de digerir como
las del pescado, y recuerda que combinando legumbre con cereal obtenemos todos
los aminoácidos esenciales. El consumo abundante de carne genera numerosos
trastornos en el organismo; procura reducirlo.
Estimulantes. “Si duermes bien, te alimentas
correctamente y sigues unos hábitos de vida saludables, no necesitarás echar
mano de ningún estimulante.”
Tu propia
energía será más que suficiente. Para momentos puntuales puedes usar el ginseng,
pero la forma más saludable de afrontar un reto energético es cuidarse y echar
mano de las herramientas fisiológicas naturales.
Objetivos u obsesiones
Por último y si eres de esas personas obsesionadas
con el músculo, piensa cuál es el objetivo. En principio, hacer deporte es
síntoma de salud y de responsabilidad, pero obsesionarse con el cuerpo es un
acto bastante diferente de maltrato y poca autoestima. Practicar ejercicio
moderado y regular estimula las funciones vitales y la fuerza de voluntad y la
disciplina. Pero realizar ejercicios extremos de manera constante pone en
peligro el corazón, envejece y oxida el organismo y espiritualmente tiene más
que ver con el ego y la vanidad que con la superación personal, ¿no crees?
Suplementos. Hay que estar atentos si, por el motivo
que sea, no puedes seguir una dieta equilibrada que incluya alimentos de
calidad, tienes la opción de tomar suplementos dietéticos. Un buen suplemento
para deportistas debe incluir vitaminas del grupo B, vitamina C, magnesio,
calcio, hierro y otros oligoelementos. Aunque depende de si esos suplementos se
van a usar antes de practicar deporte (para mejorar la resistencia) o después
(para ayudar a la recuperación).
Reflexionando!
No es dejar de comer, privarse de algunos alimentos,
comer de manera sana y equilibrada tiene un principio fundamental y este es el
educar la mente y que esta a su vez eduque al estómago, podemos comer d todo,
podemos disfrutar con algunos alimentos no tan buenos pero para hacerlo debemos
ser consciente de nuestra actividad física, si lo quemamos durante el día o si
lo ingerimos durante el final del día, todo eso influye…. Tomemos este punto
como algo que no ayudara a mantenernos fuertes, sanos y equilibrados, solo así
ganamos en salud física y mental, una vida sana no tiene ni debe ser aburrida,
todo cambia, mejora o evoluciona, cada día las personas se adentran en el mundo
del deporte, la vida sana y en ese afán de
lograr un equilibrio perfecto , se van creando pautas alimenticias que nos
permiten comer rico y de manera saludable, hay infinidades de recetas que
circulan en las diferentes redes sociales, eso nos puede servir como punto de
partida, los entrenadores personales también están capacitados para elaborar
sanas, sabrosas y varadas recetas que nos hacen crear una dieta equilibrada y
nada aburrida….
Depende de ti que dar un paso adelante y creas que
la alimentación es la base fundamental junto a la actividad física para poder
conseguir una vida plena y feliz.
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