TERCERA EDAD Y EJERCICIO FISICO
El
aumento de la esperanza de vida en la sociedad actual ha dado lugar a un
aumento de la población en la franja de edad que hemos venido llamando “tercera
edad”.
La
actividad física es esencial para la salud de las personas ancianas. Lo
importante es realizar un chequeo médico previo, aumentar el ritmo lentamente y
tener continuidad. La natación, caminatas y la bicicleta serían muy
beneficiosas para muchas personas mayores, pero existen un sinfín de
disciplinas que los mayores pueden realizar
Desde
hace algún tiempo existe una búsqueda de longevidad en nuestras vidas mediante
el cuidado de nuestros cuerpos a todos los niveles. En este sentido la
actividad física es un factor que contribuye a la mejora de la salud y a una
mejor calidad de vida en estas edades.
Una
idea fundamental es que en la vejez, se debe mantener una participación activa
en roles sociales y comunitarios para una satisfacción de vida adecuada.
Envejecimiento
y actividad física
El
envejecimiento definido como el conjunto de modificaciones que el factor tiempo
produce en el ser vivo, es un ciclo más de la vida del ser humano y como tal,
siempre llega. Su llegada conduce a una serie de pérdidas en las capacidades
funcionales que, no sólo se verán incrementadas con la falta de actividad
física, sino que ésta (la inactividad) opera de la misma manera que el
envejecimiento.
Cosas
de la edad!
Existen
algunos factores de riesgo para padecer enfermedades con la edad y la
inactividad: alimentación excesiva, hipertensión, tabaquismo y alcoholismo,
sedentarismo, osteoporosis, obesidad, estrés, soledad.
Entre
los factores que retardan el envejecimiento están: el sueño adecuado, actividad
física continuada, buena alimentación, participación social.
Se
sabe, pues que la edad (mayor edad), produce cambios estructurales, y una
disminución de las funciones fisiológicas. Han demostrado retrasos en estos
procesos de involución.
Muchos
estudios han observado como la fuerza
disminuye menos en personas que han realizado actividad física durante toda la
vida. El número de capilares por unidad de área no presenta diferencias en
corredores de fondo jóvenes y ancianos. Por lo que la entrenabilidad a estas
edades es similar que en edades jóvenes.
Con
relación a aspectos óseos, se ha observado una densidad ósea mayor en atletas
que en sedentarios.
En
cuanto a la resistencia numerosas investigaciones al respecto, afirman que la
realización de un programa de ejercicio correctamente diseñado mejora la salud
y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
En
general, se considera que una actividad física vigorosa regular produce mejoras
en el individuo a cualquier edad.
El fomento de la práctica de
deporte en las personas mayores es esencial para disminuir los efectos del
envejecimiento, y salvaguardar la capacidad para moverse de estas personas, ya
que uno de los factores característicos de la vejez es, precisamente, la
disminución de la actividad física.
Los ancianos deben mantenerse
activos en su vida cotidiana. Numerosas personas poseen una vida dinámica sin
hacer ejercicio, porque ya lo hacen con tareas diarias como hacer la compra,
limpiar la casa, etc. Teniendo así un nivel adecuado de actividad.
Los beneficios que puede aportar
el deporte a los más mayores, también redundan en ventajas para la sociedad,
porque contribuyen a reducir significativamente los costes en sanidad y en
cuidados asistenciales.
Casos obligados en los que hay
que realizar ejercicio
Existen diversos estados
patológicos donde el entrenamiento sirve para obtener fuerza muscular lo cual
es básico, quedando en un segundo plano el entrenamiento aeróbico.
Los estados en los que el
ejercicio sería conveniente son:
-Artritis severa.
-Limitación en la movilidad
articular.
-Amputación de miembros.
-Pacientes con problemas de
locomoción.
El fomento de la práctica de
deporte en las personas mayores es esencial para disminuir los efectos del
envejecimiento, y salvaguardar la capacidad para moverse de estas personas, ya
que uno de los factores característicos de la vejez es, precisamente, la
disminución de la actividad física.
Los ancianos deben mantenerse
activos en su vida cotidiana. Numerosas personas poseen una vida dinámica sin
hacer ejercicio, porque ya lo hacen con tareas diarias como hacer la compra,
limpiar la casa, etc. Teniendo así un nivel adecuado de actividad.
Los beneficios que puede aportar
el deporte a los más mayores, también redundan en ventajas para la sociedad,
porque contribuyen a reducir significativamente los costes en sanidad y en
cuidados asistenciales.
Casos obligados en los que hay
que realizar ejercicio
Existen diversos estados
patológicos donde el entrenamiento sirve para obtener fuerza muscular lo cual
es básico, quedando en un segundo plano el entrenamiento aeróbico.
Los
adultos mayores pueden obtener muchos beneficios si realizan ejercicio
regularmente, y no solo a nivel físico, sino también emocional, porque les
ayudará a afrontar la vida con más optimismo y a relacionarse con los demás,
evitando de esta forma la soledad, un factor de riesgo para la salud física y
mental de las personas mayores que es posible prevenir con actividades que
faciliten la socialización. Además, incluso hay estudios que han comprobado que
hacer ejercicio retrasa el envejecimiento del cerebro y puede prevenir el desarrollo
de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
Aunque
no hayas sido muy activo a lo largo de tu vida, nunca es tarde para abandonar
el sedentarismo, y entre los principales beneficios que proporciona la práctica
de ejercicio físico en la tercera edad destacan:
-Aumenta
la sensación de bienestar general.
-Ayuda
a mantener un peso corporal adecuado.
-Rebaja
la proporción de grasa corporal.
-Reduce
el riesgo de desarrollar diversas patologías como: alteraciones cardíacas,
diabetes, o hipertensión.
-Disminuye
el estrés y el insomnio.
-Mejora
la salud física y psicológica de forma general.
-Fortalece
el concepto de autoestima, y de la imagen corporal.
-Ayudar
a controlar el nivel de lípidos, azúcar en sangre, etcétera.
-Reduce
y retrasa el deterioro cognitivo porque estimula la neuroregeneración.
-Favorece
la liberación de endorfinas, sustancias involucradas en el bienestar emocional
y la felicidad.
-Disminuye
el riesgo de desarrollar depresión.